Son muchas las personas que tienen verdaderas dificultades para expresar sus sentimientos, de hecho existe un trastorno psicológico denominado alexitimia que se asocia con las personas que tienen dificultad o incapacidad grave para expresar sentimientos. La convivencia con una persona de estas características es muy difícil y el hecho de que en una pareja uno de ellos no tenga capacidad para expresar sus sentimientos se suele pagar a la larga. Los resultados suelen terminar en una ruptura en el trato y si no hay comunicación ninguna relación de pareja tiene futuro.
Por eso es necesario tener capacidad para expresar nuestros sentimientos y motivaciones, porque si no somos capaces de hacerlo será imposible mantener una vida conyugal, o incluso una amistad o una simple relación con nuestros familiares con los que nos unen vínculos afectivos especiales. Es importarse abrirse y tener la disposición necesaria para poder expresar aquello que está ocurriendo dentro de nosotros mismos, de esta manera podremos alcanzar el objetivo de toda relación, esto es, alcanzar una afectividad y un amor maduro y correctamente estructurado. Aunque la razón es necesaria, las personas debemos también caminar por senderos más sutiles y cálidos, exteriorizando el amor y la pasión que sentimos por otros.
De este abandono de los sentimientos que sufren algunos tiene mucha culpa la sociedad actual en la que los niños son educados en la creencia de que tópicos como ”los hombres no lloran” o “los hombres deben ser fuertes y controlar sus sentimientos” son ciertos, cuando lo que sería más necesario es educarles como seres humanos afectivos. Esta es una de las razones por la que los hombres sufren más este problema que las mujeres.
Esta claro que las mujeres son, desde siempre, mucho más afectivas que los hombres, entre otras razones porque en la cultura humana ellas son las conductoras y transmisoras de todos los valores que se concentran alrededor de los sentimientos y las pasiones.
Muchas rupturas conyugales y de pareja llegan por este motivo, porque las personas nos estamos olvidando de nuestro lado sentimental poniendo por delante a la inteligencia pura y fría, una inteligencia que únicamente nos sirve para ganar dinero. La inteligencia debe estar al servicio de la vida personal y desdeñar su lado sentimental o emocional es un error que afecta a toda nuestra psicología. Debemos encontrar la manera de congregar en una misma fórmula cabeza y corazón, inteligencia racional y vida afectiva.
Debemos ser conscientes de que para amar a otro hay que olvidarse un poco de uno mismo. Para querer realmente a nuestra pareja hay que demostrar capacidad para comunicarle que le amamos profundamente, con palabras y gestos, con ternura y delicadeza, con ardor y autenticidad, con cariño y cordialidad. Aquellos que no comprendan esto, tienen un serio problema emocional en su personalidad y todas aquellas barreras de la vida que requieran de bondad y afectuosidad para ser traspasadas, resultarán ser un obstáculo insalvable para ellos.
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